Cuantas veces nos ha pasado que llegamos a cada y vemos al perro sobre el sofa mordido, unas gafas rotas, el control del tv, cargadores, zapatillas mordidas, se te hace familiar ?
Ya sea que tu perro es cachorro y no tiene con que distraerse o sufra de ansiedad por separación, tiene cura y es más fácil de lo que crees. Siempre es recomendable la visita de algún etólogo que pueda dar un diagnostico más acertado.
Es un instinto ancestral de supervivencia. La salida de los primeros dientes también influye en esta actitud porque es una forma de aliviar las molestias. A partir del año de edad, esa tendencia a mordisquear todo disminuirá. Si el perro es un cachorro, hace travesuras. Está en una etapa de su vida en la que explora y experimenta. Mordisquea los objetos para conocer el medio en el que vive.
La socialización y educación del perro debe empezar lo antes posible para asegurar una convivencia satisfactoria, tanto para los dueños como para el animal. Un correcto proceso de socialización comienza desde que el perro es un cachorro. El contacto con su madre y hermanos hasta las cuatro semanas de edad es fundamental para que aprenda a relacionarse con sus congéneres y a ser tolerante con otros animales.
La importancia de la socialización del perro
Una vez que el perro ya está en casa, el proceso de socialización debe continuar. Tenemos que conseguir que acepte de buen grado la presencia de extraños, tanto de animales como de personas. Es aconsejable que se acostumbre a los ruidos estridentes (aspiradora, tráfico). De hecho, cuando un perro no se acostumbra a este tipo de ruidos, puede desarrollar fobia hacia ellos y tener graves dificultades cuando escucha ruidos como los que ocasionan petardos, fuegos artificiales o motos.
Un cachorro necesita jugar con otros congéneres, salir a la calle y compartir juguetes, como la pelota. Si está acostumbrado a que otros perros vengan de visita a su casa, se tumben en su cama, beban de su plato y se relacionen con sus dueños, habrá mucho camino recorrido para lograr una adecuada socialización del perro.
Problemas de conducta del can
Hay que corregir los malos hábitos. Es un error pensar que se deben al mal carácter, aunque los problemas de conducta pueden estar provocados por un exceso de soledad del animal. Y es que el perro es el animal de compañía más sociable y que más contacto necesita con sus dueños, por lo que se debe procurar que no pase demasiado tiempo solo.
El cachorro también tiene que comenzar a familiarizarse con los momentos de soledad de manera paulatina. El perro debe asumir el tiempo en que sus dueños están ausentes, sin traumas ni ansiedad. Si se le pasea por la mañana y después, la rutina diaria, consiste en que pasa el resto de la mañana solo hasta que regresan sus dueños por la tarde, el perro, si todo va bien, no debe tener problemas de conducta, como destrozar la casa o ladrar a todas horas. Si esto ocurre, deberemos consultar al veterinario, porque puede ser que haya un problema de ansiedad por separación o algún tipo de conducta compulsiva.
Soportar la ausencia de los dueños
El animal tiene que aprender a soportar nuestra ausencia. Un truco para ayudarle a conseguirlo es dejar la radio encendida cuando se sale de casa (las voces aplacarán la sensación de soledad). Cuando está solo, el perro debe tener agua, comida y un juguete propio. Eso sí, hay que procurar que no esté mucho tiempo solo, sobre todo cuando es un cachorro. Si el animal da largos paseos y tiene la oportunidad de dar rienda suelta a su energía, cuando llegue a casa, estará más tranquilo y dormirá más.
Consejos
- Marcar límites.
- No usar, jamás, el castigo físico.
- Premiar lo que el perro hace bien, sobre todo, con cariño.
- Comenzar la educación desde que es un cachorro.
- Tener mucha paciencia y tesón.
- Ofrecerle la posibilidad de que desarrolle la suficiente actividad física, como largos paseos.
- Prestar especial atención al proceso de socialización del cachorro.